lunes, 6 de julio de 2009

El bufón.


A poco de producirse en París la toma de la Bastilla, un posadero conversa con el jefe de la familia recién llegada:

-¿Qué están buscando?


- Cenar y pasar la noche.Mañana seguimos camino para la frontera.


-¿Y quiénes son ustedes?


-Somos unos pobres sirvientes que vamos a probar suerte en otro país.


Para nada convencido de lo que acaba de escuchar, el posadero se dedicó a observarlos.Salvo la ropa, nadie en ese grupo tenía aspecto de sirviente, ni los padres, ni los hijos.La forma de hablar, de caminar y hasta de solicitar algo , era la de gente acostumbrada a dar órdenes...¿Y la cara de ese hombre, a quién le hacía acordar? ¿Dónde la había visto antes?


Mientras estaba tratando de recordar, saca del bolsillo una moneda, mecánicamente se pone a jugar con ella y en una de sus caras, cree reconocer a la del hombre que tenía delante.


Consultó con la Policía , y ya no le quedaron dudas: el supuesto sirviente era Luis XVI que estaba tratando de escapar de Francia con su familia.


Poco después era guillotinado , mientras Maria Antonieta esperaba su turno en la cárcel del Temple.


Estando ahí, contó con las atenciones y cuidados de su ayudante de cámara,un hombre que la veneraba, y que hizo lo indecible para distraerla en esos momentos.Gran jugador de ajedrez, se lo vió nuchas veces intentando que ella hiciera una partida.A veces lo lograba, pero ella en medio del juego, quedaba como ausente, pensando seguramente ,en el final que la esperaba. Era entonces cuando él se permitía recordarle que le tocaba mover.


Justamente mientras hacían una partida, vinieron los carceleros a buscarla.Maria Antonieta se puso de pie y fue hacia la puerta, pero pareció recordar algo y volvió al tablero; tomó un alfil coronado con mitra de obispo, y dijo a su compañero de partidas:


-A este alfil me encomendaré al morir.


Poco después el cuerpo fue bajado del catafalco .Su ayudante lo vió sin creer que fuera el de su reina.Ese cuerpo mutilado no podía ser el de ella.Esa cabeza desgarrada con el pelo desacomodado y con una mueca enorme no podía ser Maria Antonieta.Esa cabeza era...si..¡.Era la de un bufón!¡Un bufón! Empezó a sollozar y a gritar:


-¡Miren al bufón!¡Miren al bufón!


No le hicieron caso.A las horas se calmó y pidió que le permitieran retirar el juego de ajedrez.Notó que faltaba el alfil .


En París empezaron a circular juegos de ajedrez que en vez de alfiles con mitra de obispo, tenían alfiles con la cara de un bufón.El comentario de aquel momento, fue que los tallaba un loco.

ESTE CUENTO SE VE DESTACADO POR EL APORTE DE LA "COFRADIA DE LOS LOCOS" AL PERMITIR ILUSTRARLO CON SU EMBLEMA. CLERY AGRADECE POR ESTE GESTO .

2 comentarios:

  1. La ilustración de este cuento es prueba de que la amistad existe.Clery.

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  2. Gracias Clery! Nos sentimos honrados de prestarte TU logo, puesto que eres tan cófrade como loca.
    Nos enteramos por el sitio de Ajedrez Comercial que hoy es tu cumpleaños!!!! Felicidades!!!!!!! Personas como vos hacen más lindo este mundo! Gracias por eso también!!!!!
    Mil besos y abrazos

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